UNAS CONVERSACIONES

I
-"Tengo un señor amigo que sabe mucho de todo esto. Suele ir a un grupo donde trabajan por las cosas del mundo. Siempre se reúnen en ésta luna. Es un mago blanco", dijo ella. - "Sí, seguramente un mago blanco... Los magos blancos no existen...", le replicó. - "No, de verdad, éstas gentes trabajan para el bien de la humanidad, para darle luz...", insistió ella.  -"Con todo lo que yo he andado, te aseguro que todos se dedican a lo mismo: a lo que les mandan."-, aún le constestó. -"No, ya verás, ya te lo presentaré y verás que buena persona que es".- aseguró.  -"Te aseguro que nos vamos a trenzar, porque yo sé la reacción que provoco en los varones en éstos temas. Son todos magníficos, pero a la hora de la verdad, son todos iguales y no se aguantan que una mujer se les pueda equiparar..." 

II

"Nosotros nos dedicamos a la magia blanca, no trabajamos con energías oscuras. Los magos blanco estamos preparando por lo que va a venir"- dijo suavemente.  Con una gran carga de suspicacia le constestó: -"Sabe lo que hacen los magos blancos? Al mirar espectante del preguntado, le dijo: -"Obedecer a los negros"-, fue la respuesta de quien preguntó. No hubo comentario del mago blanco, y el tema pasó a otra cosa dentro del conocimiento esotérico.


III.

-"No podemos permitir que esta persona ascienda a este puesto."- dijo el mago blanco.  -"¿Por aquél que fue antes que él?", preguntó ella.  -"Claro".- -"Pero, ¿no es un poco injusto? Este pobre no hizo nada, ¿por qué tiene que pagar por el otro?"-, se le consultó.  Hubo una explicación esotérica. -"¿Y si no consiguen que no llegue a subir?"-, se sugirió con curiosidad.  -"Se va a hacer todo, todo lo necesario para que no lo haga."- replicó el mago. -"Pero, ¿y si no lo consiguen?"- fue la pregunta llena de intriga. -"Para eso, entonces, tenemos preparado al diablo..."- dijo el mago un tanto incómodo porque le hubieran arrancado una respuesta que no hubiera deseado desvelar.
"los magos blancos se dedican a obedecer a los negros..." alguien pensó.