lunes, 14 de marzo de 2011

¡NO TE ALIENES, AUNQUE TE ESTEN MATANDO, NO TE ALIENES!

En la denuncia había puesto, para que me ubicaran, el número en el que estaba a la altura de Rambla de Catalunya, especificando que no tenía domicilio. Este hecho traería aparejado, lejos de acarrearme un beneficio, otro perjuicio.

No se cuando conocí al chico argentino de quien no voy a poner su nombre. Un joven de unos 24 años casi huído de Argentina debido a no aguantar más la situación "social" que se vivía, según me relató, en su zona de residencia y en el país en general, además de la situación familiar, que la vivía como un ahogo. Me reí de la ingenuidad de de la juventud de los extranjeros, como fui yo también, de pensar que aquí se vive "socialmente" mejor.

Estaba viviendo en la vía pública y no tenía dinero tampoco. Aún así no quería volverse, pero se lo estaba pensando; tenía el pasaje de vuelta, pero aún le faltaban meses para que se le venciera. Con el tiempo me confesó que su papá se había enfadado mucho cuando el decidió venirse a España y le había dicho que si se iba, no volviera más. De ahí también su dolor; pensaba en ese desprecio por parte de su padre y le pesaba tener que regresar y enfrentarse a alguien que el en ese momento veía como, por lo  menos, un mal rostro. Y le dolía, en el corazón le dolían las palabras de su padre. Son esas cosas que en la vida uno nunca se espera que pasen y que suelen vivirse como golpes bajos, muy bajos. Los celos de los padres a veces, sumado a que los hijos suelen frustrar sus espectativas y esperanzas, suelen dejar cicatrices y secuelas en el alma de los hijos que perdurarán por siempre; no se borrarán.

Con este argentino nos llevávamos francamente bien, nos divertíamos mucho hablando tonterías y viendo de que modo íbamos a pasar el día, es decir, comer, y con qué. Yo tenía más práctica ya en el eso de solicitar dinero a la "ciudadanía", así que el se tenía que ocupar de traer, de comprar. Logramos entablar una relación simpática. Por la noche jamás quiso quedarse en los cajeros en los que yo me quedaba, siempre se iba a otros. Por la mañana, o al medio día, el volvía a Ramblas o yo iba a buscarlo a los alrededores. Y otra vez empezar la jornada. Yo, por supuesto, todavía era creyente, así que nos pasábamos bastante tiempo hablando de dios y esas cosas misteriosas y ocultas, en lo que cada uno cree y las diferentes experiencias, porque, ¿quien no ha tenído en su vida alguna "experiencia" mística?

En cuanto al acoso al principio lo vivió como alucinando, como si no pudera creer lo que veía; luego se unió, anque sin demasiada convicción al principio.

En una ocasión apareció como de la nada un individuo diciendo que era de los Servicios Sociales. Bastó que le dijera que los Servicios Sociales lo peor que tenían era depender, ser dependientes, de la iglesia católica, y gobernados por ella,  para que se esfumara tal como vino.

Un nefasto día, como a las nueve de la mañana, pude comprobar el extraordinario resultado que había tenido el dar "domiciliado" mi falta de domicilio. Por Ramblas de Catalunya hacia Diagonal venían a todo vapor y haciendo un escándalo descomunal con las sirenas, una ambulancia y un coche patrulla de la Guardia Urbana. Yo, caminando hacia el banco donde solía estar y en donde me estaba esperando el argentinito. Los veo subir sobre la peatonal de la Rambla y detenerse junto a nosotros. Se bajan en un despliegue de película y se me vienen encima. Me muestran una documentación del Juzgado, que los acompañara. El Guardia Urbano, un viejo que yo ya tenía visto, morado como pimiento del piquillo haciendo gestos obcenos con la lengua, al costado de la boca y mimificando con la misma a los vecinos en las puertas de los negocios
"puta", "porno", "si". Y la Señorita Guardia Urbana que lo acompañaba, otro tanto.
El Juez/Juzgado del requerimiento, el mismo de la vez anterior...

 Los carteles se quedaron ahí, no  permitieron que los llevara conmigo; eran "mi testimonio" de "mis acciones". Pues no.

El argentinito se quedó ahí.

Mi lucha se quedó ahí...

O no.





PRO ASOCIACION CONTRA LA APROPIACIÓN
INDEBIDA DE VIDAS HUMANAS



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Muchas gracias.

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